En estos últimos tiempos a lo agroecológico lo empezamos a ver como una forma de vida sustentable y amable para el medioambiente Entrevistamos a Fernando Díaz, vecino de Barrio Ituzaingó quien nos contó sobre su experiencia como apicultor. Desde este pequeño emprendimiento produce y comercializa miel pura.

La apicultura y la agroecología
Las abejas son fundamentales para la humanidad y esenciales para el medio ambiente. El desplome de su población sería crítico debido a su
papel fundamental en los ecosistemas. Su impacto de desaparición ya no sería sólo por el equilibrio y el control de nuestros alimentos sino también por la cadena trófica, estos insectos son el alimento de miles de especies de pequeños mamíferos, que a su vez son el alimento de
otros. Su salvaguardia es un reto importante para la humanidad que se debe afrontar sin más demora.
Uno de los riesgos que corren las abejas es el cambio del uso de los suelos para plantaciones agrícolas, que dejan cada vez menos alimentos para ellas, así como el uso de plaguicidas, fungicidas y herbicidas que se asocian también al descenso de estás. La urbanización de los terrenos e incluso la contaminación electromagnética son también causantes del declive de las abejas.
La solución definitiva es la adopción de la agricultura ecológica como única vía para una producción de alimentos respetuosa.
Los apicultores experimentados les brindan a las abejas unas colmenas de biodiversidad, reductos dónde podrán recuperar su fuerza y estabilidad.
En este sentido es donde toman protagonismo las personas que trabajan con la apicultura (el arte de criar abejas y producir miel) Esto es el cuidado y el control rutinario que le dan personas específicas (apicultores) a las abejas, para luego llevar a cabo una producción deseada de miel.
La apicultura agroecológica incorpora un enfoque ligado al entorno natural y más sensible socialmente respecto a una alimentación saludable, sin agrotóxicos. Está centrada en una producción sustentable, integrando los fenómenos ecológicos. La agroecología puede salvaguardar los recursos naturales y la biodiversidad, así como promover
la adaptación y la mitigación del cambio climático. La agroecología preserva la capacidad para alimentarse de las generaciones futuras.
Así mismo, la apicultura juega un rol en el restablecimiento del balance ecológico de los agrosistemas, para alcanzar una producción sustentable.

El proyecto miel
Fernando es un vecino de barrio Ituzaingó, ubicado en zona periférica sudeste. Su residencia se encuentra a unas cuadras del CIBI (Club Infantil Barrio Ituzaingó).

Él nos contó que se dedica a la apicultura y la comercialización de miel pura. Para Fernando no es un gran negocio, él viaja en temporada al campo, dónde tiene todo el equipo necesario para llevar a cabo la fabricación de miel y trae encargos solo a sus conocidos, familiares, vecinos y amigos.

“Mi padre dejó en mis manos este negocio de miel que no solo se ha convertido en un pasatiempo, sino, una forma de generar más ingresos, además de ser una manera de cuidar el medio ambiente”, relató Fernando.
“Salimos adelante con las ventas, no se nos hizo tan difícil. Tenía todo: clientes, lugar, herramientas y experiencia. Toda mi vida ví cómo mi padre y sus hermanos trataban con las abejas, gracias a Dios no me faltó nada”, rememoró Fernando.

Fernando además de ser apicultor en su tiempo libre tiene un empleo que sostiene económicamente a su familia.

Al pasar los años luego de una dolorosa muerte paterna, Fernando, hijo único, es quien siguió su legado de apicultor, no sólo para ingresos extras, sino que para él empezó a ser algo moral, ya que piensa que la agroecología le hace bien al ecosistema y al medioambiente.

“Lucio, mi padre fue un ‘hombre de campo’. Sus abuelos y parientes fueron apicultores, solo por consumo propio. Ellos jamás habían pensado en hacer un negocio familiar. Luego de años mi padre al formar su familia se mudó y dio a conocer la miel propia de su familia a sus conocidos y ahí fue donde él, sin querer, empezó su propio negocio luego de que su producción, más bien, la de las abejas, fuera bastante buena” relató sobre los comienzos familiares en la apicultura.

El proceso de la miel
Dependiendo la cantidad de producción de las abejas y encargos varían los ingresos de esta familia.
Fernando sólo trabaja con miel cruda, sostiene que es mucho más rica y saludable, también, más requerida por sus clientes. “De hecho mi
mujer un tiempo se encargó de hacer velas y alimentos en base a miel y se las vendía a sus amigas y conocidos, eso nos daba buenas ganancias, pero era el doble de producción y era agotador para mí, entonces decidimos sólo vender miel envasada”
La miel, es un ingrediente natural utilizado más que todo para consumo propio, también en algunos cosméticos, medicamentos y muchas cosas más. Puede ser cruda y procesada.
Las propiedades de la miel cruda permanecen intactas, mientras que la miel pasteurizada pierde gran parte de su potencial ya que la procesamos como alimento bacteriostático.
El aroma y sabor de la miel cruda son mucho más intensos que los que presenta la miel normal después de que la calentamos a altas temperaturas.
“El trabajo que lleva el proceso de la miel pasteurizada no la comparo para nada con la cruda, a esa solo hay que envasarla y ya”, expresó. Él explicó de manera breve, que no era tan agotador llevar a cabo esto, ya que en pocos pasos lograba una gran producción de miel cruda.
“El proceso de la miel cruda empieza con la recolección del néctar. Cuando las abejas ya ingieren el néctar se la pasan a otras abejas obreras, estás son las más importantes en el proceso, ellas abanican con sus alas la colmena eliminando el exceso de humedad del néctar para poder extraer el agua sobrante de ahí. Al paso del tiempo el néctar se une con las enzimas y la cera obteniendo la miel, esto dura aproximadamente 45 días. En este caso como se trata de miel cruda lo que hago es dejarla reposando y después envasarla para después, como quien dice, hacerla dinero”, explicó sobre el proceso que realiza.
Periodistas de 5 A T.M.: Macías Martina, Rocío Nieto, Micaela
Martínez, Leandro Madero, Juan Quinteros y Enzo Madero.